Lo que menos se imaginaba era que ese acto sencillo y aparentemente inocuo le conduciría a una muerte inminente.
(Más extraño que la ficción)
21 February, 2010
10 February, 2010
Pero no me digas como debo de sentirme.
Te mereces un amor bobo de sofá verde pegajoso.
Despertarte con una chica con aliento a cualquiera.
Hacerte tú solo el café, que nadie te lo lleve a la cama.
Una descerebrada que aplauda tus malas canciones y equivocaciones.
Girarte y descubrir que tu sombra se ha venido conmigo, y que tus zapatillas, contrariadas al no ver las mías, no sepan bien hacia dónde ir y dejen de hacerte caso.
Que cada gracia dicha a otra te clave la ausencia de mi risa.
Te mereces doscientos amores cutres y plastificados seguidos.
Soñar conmigo mientras duermes con cualquiera.
Sentirte tan horrible por dentro que te fallen tus andares de rockero.
Titubear al cruzar la acera porque te persigue tu propia cobardía.
Que la soledad te aplaste una mañana de domingo.
Que mil noches de fiesta no sean suficientes para anestesiarte.
Y que no haya día de sol que alivie tu sentimiento de culpa.
Te mereces al vacío como único compañero.
Ir de bar en bar buscando en el suelo mis huellas.
Levantarte cada noche a vomitar una a una las mentiras que me dijiste.
No poder pronunciar nunca más una palabra de amor sin escupirla.
Amigos de cuarto de baño, intentar atrapar ilusiones en servilletas de papel.
Querer disfrazarte de Sincero y que los demás sólo vean en ti al cobarde que fuiste.
Tener que comprar besos falsos para intentar inútilmente escupir los míos.
Pegarte cabezazos contra la pared por perderme y que no se te rompa la cabeza hasta que no me hayas sacado de ella... y lo que más te hace falta es tropezar, todos necesitamos tropezar de vez en cuando, pero tú eres el claro ejemplo de en lo que se convierte la persona que no tropieza nunca; y no me gusta.
Sin embargo, no te deseo nada de eso... no sería capaz, porque simplemente me basta con saber que eres feliz aunque quizás seas demasiado egoista para darte cuenta e incluso llegues a querer que esté triste por ti, pero resulta que el amor duele sí, pero yo soy más "elegante" que todo eso... y lo último que querría es que alguien que fuera lo suficientemente bueno para ayudarme se sintiera mal.
Así que, ánimo.
Pero no me digas como debo de sentirme.
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