Aunque es una tormenta entrañable...
Quédate quieto, en silencio, y escucha a tu corazón. Cuando te hable, levántate y marcha hacia donde él te lleve.
"A todos nos llegan los nudos. Al principio pequeños, casi ni los ves, nuditos de hilos de coser.
Después, son nudos marineros. Nudos en la panza. Nudos en las piernas.
Cuando te quieres acordar estás tan anudado que no te puedes ni mover."
(Gabriela Fiore)
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