Quizá no fuese la ciudad más marchosa, quizá no fuese el pub con mejor música, pero sin duda estaba con la mejor gente.

Momentos de una claridad meridiana. En los que durante unos breves segundos, el silencio ahoga el ruido y puedo sentir en lugar de pensar. Todo parece muy definido, el mundo claro y fresco.
A veces hay que callar para oír la música que hay tras el sonido de la lluvia.



Muchas gracias por ser así, no os imaginais lo grandes que sois :).

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"Esta eres tú, los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así, nunca te habías visto como… no sé como describirlo, como una de esas personas a las que le gusta la luna o que pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando… o tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así, desafiando al frío, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la piel, y notar como la tierra se vuelve mullida bajo tus pies y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen los libros que no has leido."

(Mi vida sin mí)

El corazón es un animal extraño.

Últimamente el sentimiento que aplasta a todos los otros al despertarme son las ganas de quedarme debajo de la sábana, el mundo está demasiado frío para salir de ahí últimamente, y ahora que se acerca el azul más.
Total, todo lo que muestra el horizonte son más y más conductos y parece que nada llega a donde está la maldita taza de té con leche y el paquete de galletas. ¿Conforme con esto?
Vestirse, frío, una frase sin comas. Respira ahora. Y otro día que se va, pero no pasa nada, de verdad. Ya mañana lo acabaré, desastre.
Mientras va pasando el tiempo, van pasando nuestros mejores años y ni siquiera nos damos cuenta de lo que tenemos.
Y sí, tenemos demasiado frío, no debería ser tan friolera para gustarme tanto el norte, ese que perdí y no me importó, porque a cambio encontré el sur.
Pero bueno, me derrites ¿qué puedo hacer?
Ah si, todo eso que dejé para mañana.

Un despiste, es solo un despiste y de pronto empieza a rodearse todo de viento ártico. He desoído los consejos y me he dejado llevar para acabar sintiendo como mi mano está cada vez más lejos del calor. Como aquel pingüino que se separa del resto y acaba por morir en un paisaje desolador. Los puñales helados se me clavan entre las costillas y, de pronto, experimento el verdadero terror. Porque aquí no hablamos de miedo: eso es lo que se tiene con antelación.

Sin embargo. la vida es un juego, un teatrillo, una escena, un sueño. Tú eliges si es maravilloso u horrible. Esta simple decisión será reflejo de esa persona o situación en tu vida de ahí en adelante.
¿Acaso la vida es así de simple? Sugestión mental.

Pero por favor, no pierdas la ilusión. La quiero.

Castillos en el aire.

¿Tú eres más de castillos de arena o de cavar, cavar hasta encontrar el agua? Ni que fuera una pregunta esperando respuesta, claro. Retórica, es mi especialidad. Conversaciones conmigo misma, que ahora, así, de pronto, se convierten en gritos dentro de una burbuja. Los castillos siempre han requerido mucha dedicación, pendiente de los pies ajenos a ser destruidos, pequeñas obras levantadas y llevadas a corto plazo por la marea. La pasión de los bañistas, destrozándolo todo, entrando sin mirar. No, mucho mejor tender trampas. Es más difícil deshacer un hoyo. Que se consigue, claro que sí. Pero el vértigo, ¡el vértigo!

Tu dame tiempo...

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"Escojo a mis amigos no por la piel u otro arquetipo cualquiera, y sí por la pupila.
Tiene que tener un brillo cuestionador y una tonalidad inquietante.
A mi no me interesan los buenos de espíritu ni los malos de hábitos.
Me quedo con aquellos que hacen de mi un loco y un santo.
De ellos no quiero respuesta, quiero mi opuesto.
Que me traigan dudas y angustias y aguanten lo peor que hay en mi.
Para eso, sigo siendo un loco.
Los quiero santos, para que no duden de las diferencias y pidan perdón por las injusticias.
Escojo a mis amigos por la cara lavada y por el alma expuesta.
No quiero solo el hombro o el regazo,quiero también la mayor de sus alegrías.
Amigo que no ríe con uno, no sabe sufrir con uno.
Mis amigos son todos así, mitad estupidez, mitad seriedad.
No quiero risas previsibles ni llantos piadosos.
Quiero amigos serios, de aquellos que hacen la realidad su fuente de aprendizaje, pero que luchan para que la fantasía no desaparezca.
No quiero amigos adultos y aburridos.Los quiero mitad infancia y otra mitad vejez.
Niños para que no olviden el valor del viento en el rostro y viejos, para que nunca tengan prisa.
Tengo amigos para saber quien soy yo.
Pues viéndolos, locos y santos, bobos y serios, niños y viejos, nunca me olvidare de que la NORMALIDAD es una ilusión imbécil y estéril."

(Oscar Wilde)