El corazón es un animal extraño.

Últimamente el sentimiento que aplasta a todos los otros al despertarme son las ganas de quedarme debajo de la sábana, el mundo está demasiado frío para salir de ahí últimamente, y ahora que se acerca el azul más.
Total, todo lo que muestra el horizonte son más y más conductos y parece que nada llega a donde está la maldita taza de té con leche y el paquete de galletas. ¿Conforme con esto?
Vestirse, frío, una frase sin comas. Respira ahora. Y otro día que se va, pero no pasa nada, de verdad. Ya mañana lo acabaré, desastre.
Mientras va pasando el tiempo, van pasando nuestros mejores años y ni siquiera nos damos cuenta de lo que tenemos.
Y sí, tenemos demasiado frío, no debería ser tan friolera para gustarme tanto el norte, ese que perdí y no me importó, porque a cambio encontré el sur.
Pero bueno, me derrites ¿qué puedo hacer?
Ah si, todo eso que dejé para mañana.

Un despiste, es solo un despiste y de pronto empieza a rodearse todo de viento ártico. He desoído los consejos y me he dejado llevar para acabar sintiendo como mi mano está cada vez más lejos del calor. Como aquel pingüino que se separa del resto y acaba por morir en un paisaje desolador. Los puñales helados se me clavan entre las costillas y, de pronto, experimento el verdadero terror. Porque aquí no hablamos de miedo: eso es lo que se tiene con antelación.

Sin embargo. la vida es un juego, un teatrillo, una escena, un sueño. Tú eliges si es maravilloso u horrible. Esta simple decisión será reflejo de esa persona o situación en tu vida de ahí en adelante.
¿Acaso la vida es así de simple? Sugestión mental.

Pero por favor, no pierdas la ilusión. La quiero.