Esos recuerdos tan dulces, y tan amargos... lo haían devorado durante todos esos años y alimentado al mismo tiempo. Hasta que en cierto momento comenzaron a palidecer, se tornaron imprecisos, se difuminaron, igual que un dolor que uno ahuyenta deprisa porque le parte el corazón.
¿Pues de qué servia recordar algo irremisiblemente perdido?
(Sangre de Tinta - Cornelia Funke)
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¿Y porqué hasta entonces no se puede dejar de recordar?
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